Soy un joven de 26 años, vivo en Montequinto, y estoy finalizando los estudios de Arquitectura en la Universidad de Sevilla.
El tiempo libre, el poco que deja esta bendita carrera, lo paso principalmente con mi familia y pareja. Siempre he sido bastante casero, por lo que la mayoría del tiempo estoy junto a mis padres, hermano y perros, y cuando no, es porque estoy con mi novia.
Mi tiempo a solas lo dedico generalmente al deporte. Llevo desde 2017 entrenando en un club de corredores de mi barrio, he participado en varias medias maratones y también en varios triatlones, y actualmente mi meta está en correr la maratón de Sevilla, aunque no paran de posponerla por las circunstancias actuales. Con suerte, el próximo febrero llegará la ansiada oportunidad. Además, durante 8 años, también he estado jugando en un equipo de fútbol 7 junto a mis amigos, actuando de portero y capitán en el terreno de juego, y de presidente, delegado y community manager fuera de él. Si después de todo eso hay posibilidad, suelo picar en otros deportes, como puede ser el esquí, el pádel o la bicicleta de montaña.
Sonará a topicazo, pero la arquitectura es un modo de vida. Y es que es la pura verdad. Una vez que entras, ya no hay vuelta atrás, ya nunca ves las cosas de la misma manera. También ha sido, o está siendo, un camino en el que aprender muchas más cosas a parte de las relacionadas directamente con la profesión, pero si me tengo que quedar con alguna, sería a salir de la zona de comfort, y a darle una oportunidad a las cosas que a priori no te gustan.
En cuanto al futuro, no me gusta pensar demasiado en ello, y más a tan largo plazo. No sé donde estaré dentro de 3 meses, imagínate 10 años. Es bueno tener una meta a largo plazo, pero estar siempre fijando la mirada en ella hace que te pierdas muchas de las cosas que hay por el camino. Me gusta vivir casi día a día, con metas y objetivos a corto plazo encaminados en una dirección, sabiendo que si los consigo iré hacia donde yo quiero.
Actualmente me centro en acabar las pocas asignaturas que me quedan de la carrera, pero también quiero aprovechar el tiempo que pueda para ampliar conocimientos y ganar experiencia. Por eso, este último año he hecho algún que otro curso de extensión universitaria, y me decidí también a aplicar para prácticas de empresa extracurriculares, donde tuve la suerte de venir a parar a Grupo ADE, donde estoy aprendiendo una rama desconocida de mi profesión (al menos para mi, hasta hace poco). Además, ahora en verano, participo en las prácticas de empresa curriculares, dentro de un estudio de arquitectura, donde puedo ver más de cerca el trabajo más literal de un arquitecto.
Trabajar en Grupo ADE está siendo desde luego una experiencia enriquecedora. Estoy aprendiendo muchísimo de una rama de la arquitectura que apenas se enseña durante la carrera, y además me está enseñando lo que es trabajar dentro de una gran empresa, en la que te tienes que coordinar y trabajar con otros departamentos en tu día a día.
Yo estoy en el departamento de obra nueva, y mi misión es buscar y recopilar los datos y la información de los suelos y los activos que trabaja la empresa, así como aportar información para los diversos estudios de mercado que llevamos a cabo.
Por supuesto que sí. Como ya he dicho antes, es una experiencia muy enriquecedora por todo lo que se aprende en todos los aspectos, y es un sitio idóneo para empezar a meter la cabeza en ese mundo en que hemos elegido vivir y desarrollarnos como profesionales. Además, la comprensión y las facilidades para compaginarlo con los estudios hace que se pueda llevar todo a la vez hacia adelante sin dejar nada de lado, lo cual es de agradecer.
Que no pierda un segundo, que aproveche al máximo el tiempo que esté porque cuanto más haces más aprendes, y merece la pena de verdad.
Lo más duro tal vez es la propia búsqueda de datos e información, porque muchas veces está muy escondida, y hay que rebuscar en lo más hondo de interminables documentos.
Lo mejor es cuando el trabajo te permite aportar tu visión, por ejemplo al parcelar una manzana para una promoción, donde al final entra en juego un poco más las cosas que has visto en la carrera y que manejas mejor.
El trabajo en equipo. Es un gustazo trabajar así por lo fácil que se hace. Sobre todo cuando empecé, que estaba bastante perdido, siempre había alguien dispuesto a ayudar, sin importar lo que estuvieran haciendo. Y si no podían, me echaban una mano otros compañeros de otros departamentos.
Oportunidad, experiencia y dedicación.