En primer lugar nos surge la siguiente pregunta: ¿Qué tipo de terreno debo adquirir? Pasamos a describirte los tipos de suelo que puedes encontrar:
A la hora de elegir parcela es necesario que tengamos en cuenta la superficie máxima edificable que ésta tiene y que viene determinada por Urbanismo del ayuntamiento al que pertenezca el terreno. Junto con los metros edificables deberemos comprobar el tipo de vivienda que se permite construir; adosada, aislada, las alturas permitidas, los retranqueos pertinentes…
No olvides consultar en Urbanismo las características y usos de las manzanas colindantes a la que será tu futura parcela. Este trámite te evitará llevarte sorpresas como descubrir que, frente a tu íntimo jardín se construirá un edificio de viviendas de varias plantas de altura que te restará esa ansiada privacidad.
Por el contrario, valora que en los planos de desarrollo urbanístico de la zona se recoja la construcción de zonas verdes, centros educativos y todo tipo de servicios que te puedan hacer la vida más cómoda y pongan la manzana en valor.
Por supuesto, no debes olvidar tener en cuenta detalles tan importantes como la orientación de la parcelas. Recuerda que la orientación Sur será la más soleada, la Norte la menos, la Este te permitirá disfrutar del amanecer y la Oeste te brindará bonitas vistas del atardecer.
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